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Preguntas Frecuentes sobre cómo saborizar y gasificar la kombucha

Aunque no es obligatorio saborizar y gasificar tu kombucha para disfrutarla completamente, hacerlo abre un inmeso mundo de posibilidades para hacer volar tu creativadad y disfrutar de una deliciosa opción para quienes buscan alternativas saludables a las bebidas azucaradas y gaseosas. Además de sus multiples beneficios para la salud, una de las razones por las que muchas personas se sienten atraídas por la kombucha es la posibilidad de personalizar su sabor. A continuación, te ofreceremos consejos sobre cómo saborizar y gasificar tu kombucha, además de lo que debes y no debes hacer para obtener resultados deliciosos y burbujeantes.


En este artículo responderemos algunas de las preguntas frecuentes acerca del saborizado y gasificado de kombucha:

¿Puedo saborizar la kombucha directamente en el frasco de fermentación?

Aunque puedes darle sabor a tu kombucha desde la primera fermentación, es importante entender que el SCOBY (cultivo madre de kombucha) prospera en un ambiente que se nutre del té y el azúcar, permitiéndole crecer y reproducirse de manera constante. Cuando introduces otros ingredientes, como frutas, hierbas o cualquier sustrato orgánico para dar sabor, estás añadiendo nuevos nutrientes (algunos útiles y otros no tanto), así como nuevas comunidades de bacterias y levaduras que viven en esos ingredientes. Estas nuevas poblaciones pueden no ser completamente compatibles a largo plazo con el SCOBY, lo que podría generar competencia y desequilibrio en el cultivo. En consecuencia, es probable que solo puedas realizar una o dos fermentaciones adicionales antes de que el SCOBY se vea afectado.


Esta opción es factible si cuentas con un hotel de SCOBYs (una reserva de cultivos madre) y puedes permitirte experimentar con nuevos sabores sin afectar tus cultivos principales. Sin embargo, ten en cuenta que la compatibilidad y el equilibrio son clave para mantener un SCOBY saludable y productivo.


¿Cuándo es el momento adecuado para saborizar mi kombucha?

Antes de adentrarte en la emocionante segunda fermentación y saborización, es fundamental asegurarte de que tu kombucha base haya alcanzado ese punto ideal que buscas, y esto dependerá de tu estrategia y preferencias personales. Aunque el rango de días de fermentación puede oscilar entre 7 y 30 días, el momento de la cosecha dependerá de factores como la temperatura, volumen de producción y, por supuesto, tus propios gustos.


Para dar inicio a una segunda fermentación, tu primera fermentación debe haber llegado a su término, y tu kombucha debe haber alcanzado el nivel de acidez ideal para ti. Ten en cuenta que, durante la segunda fermentación en la botella, la fermentación continua, por lo que es crucial que la base esté en el punto adecuado antes de ese paso.


Una primera fermentación prolongada resultará en una kombucha con un bajo contenido de azúcar residual y un grado de acidez más elevado. En contraste, una primera fermentación más corta conservará una mayor cantidad de azúcar residual y menor contenido de ácidos orgánicos.


Si tu objetivo es obtener una kombucha bien carbonatada, recuerda que el cultivo madre necesitará azúcar para generar ese gas característico. Por lo tanto, deberás encontrar un equilibrio entre la duración de la primera fermentación y la cantidad de azúcar disponible, lo que te permitirá alcanzar el sabor que prefieres. ¡La fermentación es una ciencia y un arte, y tú eres maestr@ kombucher@ de tus propias creaciones!

¿Qué ingredientes puedo usar para saborizar la kombucha? Las posibilidades de saborizar son prácticamente ilimitadas. Puedes incorporar frutas frescas, jugos naturales, hierbas, especias, raíces e incluso flores comestibles. ¡Anímate a experimentar y descubrir tus combinaciones favoritas!

Un consejo importante: cuanto más frescos sean los ingredientes que elijas, mejor será el sabor resultante. Además, siempre es recomendable optar por ingredientes orgánicos, ya que contribuyen a una segunda fermentación más estable.

Es esencial tener en cuenta los perfiles de sabor de los ingredientes que planeas utilizar para asegurarte de que las combinaciones sean compatibles. Sin embargo, no dudes en explorar y llegar a tus propias conclusiones. Después de todo, los gustos son personales y únicos, y la diversión está en experimentar y encontrar lo que más te gusta.


¿Cuántos ingredientes de sabor debo añadir?

En nuestra experiencia, cuando se trata de saborizar la kombucha, la premisa "menos es más" suele ser la clave. Sin embargo, la decisión final recae en cada individuo: algunos optarán por una kombucha llena de múltiples sabores, mientras que otros preferirán la simplicidad de un solo ingrediente. Nuestro consejo es comenzar con moderación y luego experimentar con diversas combinaciones. De esta manera, podrás identificar qué perfiles de sabores se alinean mejor con tus gustos y cuáles deseas evitar.


Si buscas lograr nuevos sabores complejos e intrigantes, puedes comenzar combinando un par de frutas e ingredientes. Esto te abrirá las puertas a un mundo entero de posibilidades y te permitirá descubrir combinaciones únicas y deliciosas. La kombucha es como un lienzo en blanco esperando que des rienda suelta a tu creatividad y paladar.


¿Cuánto tiempo debo dejar la kombucha en la segunda fermentación?

El tiempo de la segunda fermentación puede variar entre 2 a 30 días y dependerá de diversos factores, como la temperatura, el nivel de gasificación deseado y la cantidad de azúcar disponible en la botella después de la primera fermentación. Hay muchas tecnicas distintas y estrategias que puedes empezar según lo que quieres lograr. A continuación, te presento una lista de los factores que influirán en tu decisión sobre la duración de la segunda fermentación:


Temperatura ambiente: La temperatura ejerce una influencia directa sobre la velocidad de la fermentación. Cuando sube la temperatura (entre 26°C a 30°C), la fermentación se acelera), y cuando desciende (20°C a 25°C), la fermentación se vuelve más pausada.

Contenido de azúcar: La cantidad de azúcar añadida en la segunda fermentación influye en la producción de gas. Cuanta más azúcar, más gas se generará. Sin embargo, no siempre será necesario agregar más azúcar para generar gas en tu kombucha. De hecho en la mayoría de casos con una fermentación promedio de 10 días a 24°C, tendás suficiente azúcar para crear gás en una segunda fermentación.

Tipo de ingredientes de sabor: Los ingredientes utilizados para saborizar, como frutas o jugos, liberarán diferentes cantidades de azúcar y nutrientes para la fermentación. Otras tendrán sus propias poblaciones de levaduras, que incrementarán el consumo de azúcares y por lo tanto la producción de CO2. Esto afectará el tiempo requerido.


Preferencias personales: El nivel de efervescencia deseado es subjetivo. Algunas personas prefieren kombucha menos efervescente, mientras que otras la prefieren muy burbujeante. Elige el tiempo según tus preferencias.


Tamaño de las botellas: El tamaño de las botellas utilizadas para la segunda fermentación puede influir en el tiempo necesario. Botellas más grandes pueden requerir más tiempo para generar suficiente gas.


Tipo de tapas: El tipo de tapa de las botellas (swing-top, tapones herméticos, etc.) puede retener el gas de manera diferente. Las botellas con cierre hermético a menudo generan más efervescencia en menos tiempo. Enterate más sobre los tipos de tapas y botellas haciendo clic aquí


#DatoKombuchero: Para determinar la cantidad de azúcar disponible en tu kombucha después de la primera fermentación, puedes recurrir a un refractómetro para medir cuánto azúcar se ha transformado desde el inicio de la fermentación. Como regla general, es aconsejable contar con al menos 25 gramos de azúcar por litro en tu kombucha (incluyendo lo que añadas para saborizar) para garantizar una segunda fermentación exitosa. Este es el mínimo que necesitas para obtener una buena efervescencia y un sabor equilibrado en tu bebida final. Puedes estimar la cantidad de azúcar residual de tu primera fermentación con el uso de un refractómetro. Haz clic aquí para aprender más acerca del uso del refractómetro en la kombucha.



#DatoKombuchero: Determina cuanta azucar tiene en promedio el ingrediente que vas a usar para saborizar para estimar la cantidad que necesitarás por el total de kombucha que saborizarás.

A continuación una lista referencial de frutas y su contenido de azúcar por 100 gramos de pulpa:

Fruta

Contenido de azúcar (por 100 gramos de pulpa)

Higo

19g

Lichi

16g

Uva

16g

Mango

14g

Maracuya

13g

Piña

9.5g

Kiwi

9g

Cereza

9g

Sandía

8g

Fresa

5g

Naranja

5g

Limón

3g

Palta (aguacate)

0.5g

Como verás hay frutas con pulpas de alto contenido de azúcar con las que bastará algunos gramos para suplir la falta de azúcar necesaria para la segunda fermentación, mientras que hay otras con las que tendrías que usar una mayor cantidad.

Es importante recalcar que la cantidad final de azúcar que ingrese en la kombucha dependerá del método que uses para saborizar. Si haces uso completo de la pulpa de la fruta extraerás la mayoría del contenido de azúcar, sin embargo, si usas otro método como exprimir el jugo o solo abrirla para mezclar los sabores, el contenido completo de azúcar de la fruta no entrará en el cultivo. Una estimación prudente es calcular entre el 60% y 70% para el jugo de la fruta (en la mayoría de casos) y 40% a 60% si es solo abriendola y sumergiendola.


¿Qué tipo de botellas debo usar para la segunda fermentación?

Las caracteristicas principales que deben tener tus botellas para la segunda fermentación es que no dejen escapar el gas creado durante la fermentación y que resistan a la presión del gas, además de ser resistenes a la corrosión del acido de la kombucha para que no malogren tu bebida con quimicos extraños. A continuación una lista de los tipos de botellas y sus materiales que se pueden utilizar para la segunda fermentación de kombucha:

  • Botellas de Cerveza de Vidrio Oscuro: Material: Vidrio Características: Las botellas de vidrio oscuro, como las ámbar o verde, protegen la kombucha de la luz, que puede dañar los compuestos beneficiosos y el sabor. También ayudan a mantener la efervescencia.

  • Botellas de Vidrio Transparente: Material: Vidrio Características: Aunque no protegen de la luz, las botellas de vidrio transparente te permiten ver el proceso de fermentación y la efervescencia. Pueden ser útiles si deseas observar el progreso.

  • Botellas de Swing-Top o Tapón Mecánico: Material: Vidrio con tapa hermética de metal o plástico Características: Las tapas de cierre hermético permiten mantener la presión generada durante la fermentación, lo que resulta en una kombucha más efervescente. Son reutilizables y prácticas.

  • Botellas de Plástico PET: Material: Plástico PET (Tereftalato de polietileno) Características: Son ligeras y resistentes, pero deben utilizarse con precaución, ya que no son tan duraderas como las de vidrio. Asegúrate de que sean aptas para contener bebidas gaseosas.

  • Botellas de Cerámica: Material: Cerámica Características: Las botellas de cerámica pueden ser estéticas y proporcionar un cierre hermético. Sin embargo, ten en cuenta que algunas cerámicas pueden contener plomo, por lo que debes asegurarte de que sean seguras para alimentos. En general no recomendamos ninguna botella de ceramica con la que no puedas asegurar que es segura y de grado alimenticio.

#DatoKombuchero: Antes de transferir tu kombucha saborizada a botellas para la segunda fermentación, asegúrate de que estén bien limpias y esterilizadas. Esto ayudará a evitar la contaminación y garantizará que tu kombucha no se eche a perder.


¿Qué debo hacer si mi kombucha no se vuelve efervescente durante la segunda fermentación?


Si tu kombucha no se vuelve efervescente durante la segunda fermentación, hay varias cosas que puedes hacer para solucionar este problema:


  • Añade más azúcar: La falta de efervescencia a menudo se debe a una falta de alimento para las levaduras en la segunda fermentación. Intenta agregar una pequeña cantidad de azúcar a tus botellas antes de sellarlas. Puedes usar azúcar de caña, miel, jarabe de arce, siropes de frutas, jugos de frutas con contenido de azúcar, etc. Esto proporcionará a las levaduras el alimento que necesitan para generar gas.

  • Controla la temperatura: Como hemos visto, la temperatura ambiente influye en la velocidad de fermentación. Asegúrate de que las botellas se almacenan en un lugar cálido durante la segunda fermentación, ya que el calor favorece la producción de gas. Evita temperaturas frías si vas a fermentar por poco tiempo, ya que esto puede ralentizar la fermentación.

  • Asegúrate de que las botellas estén bien selladas: Asegúrate de que las botellas estén bien selladas durante la segunda fermentación para retener el gas producido. Utiliza botellas herméticas de vidrio, preferiblemente diseñadas para la fermentación, y aprieta bien las tapas. Mira nuestras botellas herméticas aquí

  • Deja fermentar más tiempo: Si después de varios días no obtienes la carbonación deseada, puedes dejar las botellas fermentando un poco más. La duración de la segunda fermentación puede variar, y a veces, se necesita más tiempo para que se produzca una carbonación adecuada.

  • Usa más levadura: Si has intentado todas las sugerencias anteriores y aún no obtienes efervescencia, es posible que estés filtrando demasiada levadura tras la primera fermentación. Intenta removiendo bien tu frasco antes de servir y deja un poco de levadura en el líquido al embotellar. Esto puede acelerar la producción de gas y mejorar la carbonación.

Recuerda que cuando abras las botellas después de la segunda fermentación, debes hacerlo con precaución para evitar que se derrame la kombucha carbonatada. La cantidad de efervescencia también puede variar según las condiciones y los ingredientes utilizados, por lo que es posible que debas experimentar para encontrar la combinación perfecta que funcione para ti.


¿Cuánto tiempo puedo almacenar la kombucha saborizada en el refrigerador?

La kombucha saborizada puede ser almacenada en el refrigerador durante un período de tiempo razonable sin perder su calidad ni sus beneficios para la salud. Es recomendable que terminada la segunda fermentación se almacene inmediatamente en el refrigerador para que pueda conservar su sabor y frenar la fermentación. Aquí hay algunas pautas para almacenarla adecuadamente.


Consumo preferible: La kombucha saborizada suele mantenerse bien en el refrigerador durante 1 a 3 meses, conservando su sabor y carbonatación. Durante este tiempo (si aún no la has abierto) seguirá siendo segura para beber y mantendrá sus beneficios probióticos.


Cambios en el sabor: Pasadas las 12 semanas, es posible que notes cambios en el sabor y la carbonación de la kombucha almacenada en el refrigerador. La fermentación continua (aunque mucho más lento) dentro de la refrigeradora, por lo que pasado un tiempo prolongado podría volverse un poco más ácida. Esto es normal.


Cuidado con la carbonación: Ten en cuenta que la kombucha saborizada en el refrigerador puede seguir desarrollando carbonación, especialmente si se almacenó en botellas herméticas. Por lo tanto, al abrir una botella de kombucha que tiene mucho tiempo aún asi esté refrigerada, ten con cuidado para evitar que se derrame.


Conserva la calidad: Para conservar la calidad de tu kombucha, asegúrate de almacenarla en botellas selladas y de vidrio. Evita usar contenedores de plástico para almacenar tu kombucha por tiempos prolongados, ya que el plástico puede absorber olores y sabores no deseados.


Refrigerador limpio: Mantén tu refrigerador limpio y libre de olores fuertes, ya que los alimentos con aromas intensos pueden afectar el sabor de la kombucha.


Etiqueta y fecha: Etiqueta tus botellas de kombucha saborizada con la fecha en que las embotellaste para que puedas seguir su frescura.

Recuerda que estas pautas son aproximadas, y la kombucha puede seguir siendo segura para beber incluso después de varios meses en el refrigerador. Sin embargo, a medida que pasa el tiempo, es posible que notes cambios en el sabor y la efervescencia. Si alguna vez tienes dudas sobre la calidad o seguridad de tu kombucha almacenada, es mejor desecharla y comenzar con un nuevo lote.


Conclusion:

Saborizar y gasificar tu kombucha es una experiencia creativa y deliciosa. Sigue estos consejos y experimenta con diferentes sabores para encontrar tu kombucha perfecta. Con el tiempo, desarrollarás tus propias técnicas y preferencias. ¡Disfruta del viaje hacia la kombucha casera de tus sueños!

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